Sub-13: El maltrato a los pibes

Los pibes del Sub-13. (Foto: La Noventa y Nueve)

El domingo 13 de Octubre el equipo Sub 13 del Club Central Norte de Salta viajó hasta la localidad de Quebrachal para disputar el partido de vuelta en el marco del Torneo Nacional de dicha categoría. En el encuentro de ida el resultado había sido 4 a 0 a favor del conjunto Azabache. Lamentablemente lo que debía ser un partido de fútbol de chicos, terminó transformándose en una vergüenza total. Desde un primer momento se detectaron comportamientos anómalos tanto de los directivos del Club Deportivo Quebrachal como del encargado de impartir justicia dentro del terreno de juego. Mal trato a jugadores, padres y directivos y un total desamparo en cuanto a la seguridad de nuestro equipo.Desde la llegada al complejo deportivo el delegado secretario del Club Deportivo Quebrachal, Marco Saravia, informó que no había vestuario para nuestros jugadores sin dar ninguna explicación, la puerta estaba cerrada. Los jugadores se cambiaron en unos de los espacios entre la cancha y la pared perimetral detrás del banco de suplente visitante. En ese preciso momento comenzaron los insultos o frases despectivas contra los jugadores y cuerpo técnico.Cuando llegó el árbitro, el Profesor a cargo de Central Norte, Fernando Colombo se presentó a su vestuario  ante lo que el mismo respondió sin mirarlo: “yo los voy a llamar a firmar, listo….”. Cuando los habló momentos antes de iniciar el juego, sacó una mesa  afuera del vestuario y al pasar el equipo por la parcialidad local volvieron los insultos. Por supuesto, la ambulancia y el médico nunca se presentaron.Comenzó el partido y en los primeros minutos el árbitro se encargó de evitar que el equipo cuervo  pasara  de mitad de cancha, cobrando infracciones y amonestando a los jugadores más destacados. Luego de la ejecución de un tiro libre cerca de nuestra área, el jugador N° 2 Nahuel Ruiz va a buscar la pelota, cuando la coloca para sacar de meta, el árbitro corre de la mitad de cancha y lo expulsa. Nahuel “explota” en llanto y era difícil controlarlo por el resto de sus compañeros. El profesor Omar Cruz, ingresa y cerca de la línea central logra sacarlo del campo, el Prof. Colombo trata de conducirlo afuera de la cancha por la puerta central y se acerca una policía mujer que intenta tomarlo del brazo para sacarlo, provoca un incidente entre cuerpo técnico y la mujer policía. Nahuel sale y es contenido por padres, que se posicionan detrás de nuestro banco, el otro grupo de padres que estaba en la tribuna principal es agredido y se producen cruces con los locales.Continúa el partido y en una pelota bien jugada de izquierda a derecha a los 14 minutos abrimos el marcador por intermedio de Rodríguez. Siguen las acciones del árbitro a favor de Deportivo Quebrachal, en una pelota que rechaza el equipo local y en clara posición adelantada del jugador N°9, el árbitro pita y sanciona la infracción, el jugador sigue corriendo, nuestro arquero Daza pone el pie para parar la pelota y el delantero se tira, el árbitro corre de la mitad de la cancha y expulsa a nuestro arquero. Corre el minuto 22 del 1er tiempo Central Norte con 9 jugadores, se suceden distintos tiros libres cerca del área en uno de ellos cuando la pelota está en el aire, cobra penal y amonestación al jugador N°6. A los 26 minutos gol de Quebrachal de penal. En uno de los ataques de nuestro equipo, el árbitro cobra infracción del jugador atacante, hace señas para que nuestro jugador tome distancia y luego de ello corre y lo expulsa. Sale de la cancha llorando y haciéndole señas de que le han pagado. Mientras se suceden corridas en la tribuna, los chicos preguntan “¿qué hacemos profe? así no se puede jugar”.El delegado de Quebrachal,  Marco Saravia en el banco de suplentes le contesta a los padres “le hacemos lo mismo que nos hicieron a nosotros allá”. Hace jugar hasta el minuto 42 (los tiempos son de 35 minutos).En el entretiempo todo el equipo lloraba, tomaron agua, preguntaban por sus padres (a uno de ellos le patearon la cabeza al pasar frente de la tribuna local). Luego de un par de minutos nos escucharon. Los padres nos decían que retiremos el equipo. Muchos de los jugadores estaban “golpeados”, el clima era muy agresivo desde afuera hacia adentro.Comienza el segundo tiempo, “el manejo” del árbitro sigue similar al 1er tiempo, más amonestaciones y decididamente no nos deja pasar de mitad de cancha, logra Quebrachal el 2do gol y minutos después cobra un penal cuando el jugador N° 5 se deja caer en el área, penal y gol (Quebrachal 3 Central Norte 1 ). Nuestro cuerpo técnico cada vez más convencido de que el árbitro logrará el objetivo de Quebrachal. Ninguno de los profes realiza reclamos.  Faltaban 12 minutos y deberían lograr 2 goles más para ir a penales y 3 goles para conseguir la clasificación. Se realiza un cambio el segundo entra Vale sale Soria (el 1ero fue por expulsión del arquero). En jugada con remate de fuera del área logra el 4 a 1. Se realiza el 3er cambio entra Velarde sale Barboza llorando. A los 31 minutos logran de tiro libre el 5to gol (5-1). Cambio va al arco Díaz y el arquero como jugador de campo e inmediatamente queremos hacer el cambio de Paz por Cruz, el árbitro no lo permite, dice que ya están los cambios cuando el reglamento establece 5 modificaciones. En este momento ingresamos al campo de juego “fíjese en su tarjeta”. “No”, responde el árbitro, “el que tiene que salir es el 10”. A lo que el cuerpo técnico contesta: “cómo vos nos vas a decir los cambios”. Siguen pasando los minutos adiciona 5 minutos más. El encuentro termina a los 43 minutos del segundo tiempo 5-1.Penales.El Prof. Colombo anota en un papel el orden de los 5 jugadores que ejecutarán y se la lleva al juez de línea, quien le contesta: “no importa, que vengan los pateadores aquí en la mitad de cancha”. Colombo responde: “ustedes deben tener los jugadores y el orden de ejecución”  y el colaborador insiste: “no, no, no”.Cada vez que tenía que ejecutar el penal el jugador de Quebrachal, el árbitro le advertía a nuestro arquero que no se adelantara. La primer serie de penales 5 a 5. La fortaleza mental de nuestros jugadores enorgullece.En la segunda serie, el 1er remate nuestro es gol, se prepara el jugador de Quebrachal remata ataja nuestro arquero y comienza la corrida de festejo para saludar al mismo (5-6). El árbitro anula y marca que el arquero se adelantó. Cara a cara se le dice: “No puede hacer esto, son chicos”. El colaborador con banderín levantado dice “el arquero se adelantó” y lo golpea con el banderín a nuestro preparador físico Omar Curz  en el pecho.  A partir de ahí, con la policía en el medio, todo era descontrol. El árbitro llama a los capitanes, Gonzalo Díaz estaba llorando, se trató de contener a nuestros jugadores. El cuerpo arbitral sale por unos costados del campo y el técnico y jugadores de Quebrachal emprenden una corrida hacia su parcialidad.Lamentable por donde se lo mira. El árbitro condicionó a nuestros jugadores en el partido cobrando infracciones inexistentes, expulsando sin razón evidente y no sancionó las faltas realizadas a nuestro equipo. No pudo expulsar a nadie del cuerpo técnico, no pudo en 87 minutos hacer ganar a Deportivo Quebrachal. No pudimos obtener  el informe, no entregó la lista de buena fe del equipo rival. Los documentos fueron recuperados por el Prof. Colombo tras ser alcanzados por la policía.Los insultos siguieron, las burlas, las piedras… difícil contener a los padres y nuestros jugadores. Ambos mostraron solidaridad y comprensión.Finalmente, la policía acompañó a nuestro equipo escoltados hasta las afueras de la ciudad. Recién pudieron cambiarse y beber y comer algo en Joaquín V. Gonzalez. ¡Un torneo Sub-13 Nacional escoltados por la policía! Una barbaridad.Ante esta situación de total irregularidad mañana se realizará una presentación formal ante la Liga Salteña de Fútbol. Además, los miembros de Aprocen se reunirán con los jugadores y cuerpo técnico de la Sub 13 para destacar el comportamiento demostrado ante la adversidad y hacer extensiva las felicitaciones a las familias de los chicos quienes los acompañaron en ese momento.

[Informe de Aprocen extraído de La Voz del Cuervo]