19 oct 2013

Volviendo a casa

(Editorial - Aprocen) .- Unos meses antes comenzaron a verse algunos cambios, pero el 9 de Julio de 2012 socios, hinchas, formadores y chicos de divisiones inferiores, con sus familias, se dieron cita en el Estadio Dr. Luis Güemes y protagonizaron una jornada de limpieza y desmalezamiento que marcó un antes y un después. Tenía tres grandes finalidades. 

La primera, comenzar a cambiarle la cara al predio. Su aspecto no era el mejor; para ser francos, parecía un baldío de cuatro hectáreas. La segunda, generar conciencia sobre la importancia del compromiso individual, reivindicando la cultura del trabajo en equipo. No conocemos otro modo para transformar los sueños en realidad. Entendemos que el resto es verso. La tercera, sabedores de la generosidad de los corazones Cuervos, apostar a que cada papel que se levantara del piso, cada yuyo cortado y cada obra concretada, generaría en el Pueblo Azabache un contagio, un círculo virtuoso imposible de detener.   

Es muchísimo lo que falta, pero conviene que el lector vea lo que desde entonces pudo hacerse. A un año de ese paso, los jugadores de inferiores pasaron de cambiarse en un vestuario con olor nauseabundo, agujeros en el techo y vigas vencidas; a uno refaccionado a nuevo, acogedor, seguro. Su nombre, Eusebio "El Negro" Álvarez, en honor a aquella “gloria” que diera al Club décadas de su vida.

La vieja sala de reuniones donde se encuentra la cocina, la misma que los fines de semana hacía las veces de aguantadero para "la vagancia" y sus "fiestitas", es hoy un hermoso merendero donde toman la leche y se alimentan los jugadores infantiles y juveniles. Su nombre, Don Felipe Carreras, ejemplo vivo de trabajo desinteresado por el Cuervo. En el lugar, se construyeron además dos oficinas nuevas, hoy utilizadas por los profes de la Escuela de Fútbol.

El ingreso al Club es otro, ha sido recientemente pintado y cuenta con una hermosa e iluminada cartelera. Un busto de Pedro Pastore, nuestro presidente fundador, nos recibe imponente. También ha sido pintada en toda su extensión la galería que comunica el ingreso, el merendero y los vestuarios. Los cables caídos y las paredes saltadas por la humedad son parte del pasado.

Frente a los vestuarios ya no hay yuyarales y barro. Luego de que se cerrara el viejo túnel por amenazar inminente derrumbe, se ubica allí el nuevo playón polideportivo, perfectamente iluminado. En su galería sur, avanzan las obras con vistas a acondicionar un consultorio kinesiológico (hacemos votos para que se lo bautice Héctor Villanustre), un gimnasio de rehabilitación con sala de masajes (lo propio para que lleve el nombre del Viejo Méndez) y el lavadero. Sobre el costado norte del playón, una nueva pared divisoria se encuentra pronta a ser terminada.

Adentrándonos ya en la zona de los terrenos de juego (principal y auxiliar), se restauró el kiosco a nuevo. Se cambiaron sus techos y el cielo raso, fue pintado íntegramente y se lo dotó de la mercadería y el mobiliario que nos permite hoy, por ej., tomarnos un café cómodamente sentados mientras vemos jugar a los chicos. A diferencia de su anterior explotador, lo obtenido por los productos que se venden, vuelve ahora al presupuesto de inferiores. Por si fuera poco, una de sus paredes refleja los campeonatos ganados por "El Campeón del Siglo".  A su lado, se habilitaron baños de primer nivel. Nada que envidiar a ningún estadio en este particular. Bajo la platea norte, un nuevo baño de mujeres ha sido construido a nuevo. Entre las dos plateas de cemento, la vieja y destruida platea central (tubular) ya no está, ya no hiere la vista y el recuerdo. 

Tenemos nuevos bancos de suplentes. Hasta hace dos meses los chicos se sentaban sobre un tablón de la vieja cancha, apoyado sobre bloques de cemento. Los campos de juego (ppal. y auxiliar), aún lejos de evidenciar buen estado, y luego de que se reparara la bomba y la cisterna, cuentan por fin con un canchero que se ocupa de su riego y constante acondicionamiento; mientras que el zócalo del alambre perimetral ha sido pintado y se ubican allí nuevos carteles de empresas que volvieron a creer y apoyar al club.

Todas las tribunas han sido pintadas a modo "cebra", en tanto que las paredes internas, en su integridad, se vistieron de blanco inmaculado. ¡Qué lindo se ve todo! Se está pintando la oficina de Fútbol Amateur, se ornamentará el acceso principal, se viene una jornada de muralistas sin precedentes en la ciudad, que cambiará el aspecto externo del Club, etc.

Pasó poco más de un año desde aquella jornada del 9 de Julio del 2012. Las derrotas o las malas rachas ya no postergan a la Institución, ya no paralizan a su gente. El Club está en constante movimiento, avanza, crece, convoca a la familia, contiene a nuestros chicos, les ofrece un lugar digno, contribuye a su formación deportiva y humana. Invita a hacerse socio y ser protagonistas activos del cambio.

Ese cambio que ya empezó, es evidente, pero no interesa en esta ocasión destacar quienes son los generosos responsables de esta extraordinaria transformación. Queremos, sí, resaltar que son muchísimos, y que entre ellos no hay ningún “salvador”, que ninguno es más importante, que es todos juntos luchando por lo mismo. Son todos Cuervos de verdad, que han entendido que de nada vale quejarse, que hay que ponerse a trabajar por algo que nos hermana más allá de las diferencias: nuestro amor incondicional por la camiseta negra. En este caso, haciendo algo para volver a nuestro lugar en el mundo, a nuestra patria chica, a Barrio Norte, a casa. 

Faltás vos, te estamos esperando para empezar a caminar juntos hacia el centenario del Club de fútbol más grande de Salta.

[Fuente y foto: Arenga Deportiva]

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