El clásico también tuvo pimienta. Diego Magno noqueó a Carlos Keosseian, lo dejó sentido en el suelo y a punto estuvo de armarse una batahola entre los planteles de ambos equipos. El delantero Cuervo y el volante santo fueron expulsados y cuando se retiraban del campo alguien encendió la mecha y comenzaron los empujones entre casi todos los futbolistas, a los que se sumaron los integrantes del banco de suplentes, hasta que la Policía tuvo que intervenir para calmar los ánimos y el partido se pudo reanudar. “Parecía un boxeador”, dijo irónicamente el volante antoniano, que sufrió un corte sobre la ceja izquierda.
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