El punto que Central Norte consiguió en Misiones es importante por donde se lo mire, aunque el equipo de Piozzi sufrió más de la cuenta en los minutos finales del encuentro ante Guaraní con un par de tiros en los palos. La suerte también juega.
Pero más allá de estas circunstancias del juego, defensivamente el Cuervo consiguió cierta regularidad en las últimas fechas y los números están a la vista: recibió solo dos goles en los últimos cuatro partidos.
Si bien la ecuación de tantos todavía es negativa en la tabla de posiciones (-2), cabe recordar que ocho de los diez goles que recibió Mariano Maino hasta ayer se produjeron en las primeras cuatro fechas.
El propio arquero santafesino levantó su nivel y ante Guaraní tuvo un par de intervenciones precisas.
El acierto del técnico Hubert Piozzi fue cambiar cuando vio que la línea de tres ya no era segura. Y ayer jugó con la misma defensa por quinta vez consecutiva: Martínez, Ledesma, Armella y Felipe.
Defensivamente, el Cuervo ha cambiado y a partir de allí afianza su crecimiento futbolístico reflejado en los resultados.
Sintió el cansancio
Los últimos quince minutos del encuentro fueron de puro sufrimiento para el Cuervo. Guaraní lo puso en jaque y le creó cuatro chances claras de gol, con tres tiros en los palos. Evidentemente, Central sintió el cansancio de haber jugado 3 partidos en siete días, más el trajín de 1.200 kilómetros de ruta por el viaje hacia Posadas.
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