6 jun 2013

Anual: La violencia arruinó lo que era una fiesta

El Fray Honorato Pistoia presentaba un lindo marco de público, pese a que era un día laborable, para darle vida al clásico anual entre Juventud Antoniana y Central Norte.
Pero, lamentablemente, lo que era una fiesta en las tribunas fue empañada por la rivalidad y la violencia, que ganó nuevamente. Primero hubo corridas en las adyacencias del estadio pero la Policía evitó males mayores. Luego, dentro del santuario, a los 32 min del segundo tiempo, un simpatizantes del Cuervo ingresó al campo de juego para burlarse de la parcialidad antoniana y rápidamente volvió a su tribuna. La respuesta de los hinchas antonianos no se hizo esperar, ya que cuando se jugaban 42 minutos del complemento y con el encuentro empatado en 1 por bando, un hincha de Juventud se metió a la cancha y fue directamente a tratar de robar una bandera de Central Norte, no logró su cometido al ser reducido por los efectivos. Pero ese acto fue el detonante para que los simpatizantes del santo invadan el campo de juego para enfrentarse con los hinchas Cuervos. Piedras, palos y lo que había a mano se tiraban ambas parcialidades y el cuerpo policial, que fue totalmente superado por los inadaptados, frenó a los ofuscados hinchas con balas de gomas y por suerte todo se calmó.
Fueron momentos de nerviosismo y bronca por parte de los que fueron a disfrutar de un partido de fútbol. Otra vez ganó la violencia y no se tomaron las medidas necesarias para prevenir lo que ya todos se imaginaban, sobre todo si había solo veinticinco policías para controlar a más de cuatrocientos hinchas. El partido, que iba 1 a 1, no llegó a su fin, claro.

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