20 sept 2013

Con custodia reforzada y proceso sumarial tras las amenazas

Luego del jueves de furia en Central Norte, con las amenazas de los barras con armas de fuego y el miedo lógico que infundaron en el plantel y el cuerpo técnico, en Central Norte hubo una jornada "movidita" desde temprano.
Con la presencia del presidente José Macaione, el cuerpo técnico y el grupo de jugadores, más autoridades policiales (comisario Aramayo), se realizó en horas de la mañana un proceso sumarial en la sede del Club, con los protagonistas y testigos, donde se dejó constancia de todo lo acontecido el fatídico día (ayer) en el que tres barras ingresaron con armas de fuego a amenazar al plantel. Todo esto, antes del entrenamiento futbolístico que luego el grupo llevó a cabo en el estadio Padre Martearena.
Además, se reforzó la seguridad en el Club y la Policía se comprometió a esclarecer este acto vandálico, que está relacionado a los anteriores que sufrió el Club, como así también a los daños en la camioneta del titular de la entidad Azabache.
"Se realizó un procedimiento sumarial donde la Policía actuó de oficio con una reconstrucción de los hechos y para reforzar la denuncia que se hizo. Para eso, se recogieron todos los antecedentes necesarios como para poder avanzar en el caso. La Policía nos aseguró mayor operatividad y seguridad y que agarrarán a los culpables. Esto no es un caso deportivo ni institucional, lo que pasó fue obra de dos o tres enfermos que encontraron en Central Norte un escenario como para llevar a cabo sus actos", dijo el presidente del Cuervo, Pino Macaione.
La palabra de la Policía
“Hasta el momento no tengo conocimiento que los sujetos involucrados en el incidente con la camioneta del presidente sean los mismos que amenazaron a los jugadores. Se notificó de lo sucedido a la Policía a través de un aviso en la Comisaría 5ª, y una vez que se efectúe la denuncia se procederá a actuar para dar con los culpables”, dijo el subjefe de la Policía, el comisario Angel Silvestre.
“Zona liberada” en Barrio Norte
Los hechos de delincuencia son frecuentes en Central Norte desde hace un par de meses. No menos de cinco situaciones tan confusas como lamentables sucedieron en el Club en este corto tiempo, como si la zona estuviese liberada para los malvivientes.
Aunque uno de los primeros acontecimientos se produjo en el predio de la Liga Salteña de Fútbol, cuando el plantel realizaba la pretemporada. Un grupo de barras acudió al lugar para llevar bolsas de frutas y para dar “el primer apoyo” al nuevo plantel.
Al poco tiempo a Nicolás Lauría Calvo, ayudante de campo de Gustavo Coleoni, le robaron varios elementos de trabajo, mientras el plantel entrenaba a metros del lugar: en el Legado Güemes. Rompieron las puertas del vestuario del cuerpo técnico sin ser vistos por nadie.
Después llegó una reprimenda para el presidente José Macaione. El dirigente sufrió daños en su camioneta particular; un grupo de hinchas le rompió las ventanillas cuando se negó a dar entradas.
Hace ya un par de semanas atrás un par de sujetos, supuestamente hinchas del Cuervo, ingresaron al local comercial “Cuervo pasión” y robaron varias prendas de vestir. A los pocos días se produjo otro robo, esta vez en el vestuario de los profesores de las divisiones inferiores.
En tanto, la semana pasada se produjo un “apriete” a los jugadores cuando el plantel trabajó en el estadio Padre Martearena. En aquella ocasión, un grupo de barras (serían los mismos que ayer amenazaron con un arma de fuego) se metió “de prepo” a la cancha y condujo a los futbolistas adentro del vestuario para exigir que se “levante la puntería” en el campeonato. Luego vino el empate, de local, ante Guaraní.

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